Como debe hacerse
Primero y principal, debemos saber que a los gatos no les gusta la manipulación excesiva, es por eso que debemos interpretar el lenguaje felino. Debemos aprender cual es su umbral de tolerancia y cual es el humor del animal a la hora de acercarnos a el.
Observaremos lo siguiente si el animal está de buen humor:
- Postura corporal relajada.
- Orejas erguidas.
- Cola y cabeza laventadas.
- Cola en permanente movimiento (vibrando).
Una vez identificadas estas posturas, nos daremos cuenta de que nuestro gato se encuentra relajado. Nosotros por nuestra parte, debemos proporcionarle un ambiente tranquilo; utilizando un tono de voz suave y con movimientos lentos. No debemos retener al animal, ya que se puede sentir acorralado, e intentará defenderse para huir.
¿Dónde acariciarlo?
Comenzaremos dando caricias en la cabeza. Estas deben ser largas y suaves, a favor del pelo, (nunca contrapelo). Luego seguiremos por la zona superior y media de la espalda, pasando por las escápulas y terminando en las vértebras torácicas.

¿Qué no debemos hacer?
- Darle palmas, pellizcos o golpes.
- Acariciar la barriga, cola, patas o almohadillas.
Lo anterior provoca que el animal muestre desagrado, y comience a dar advertencias (arañazos o mordiscos).
Algunas señales de que el animal está enfadado son:
– Orejas hacia atrás.
– Cola erizada y con movimientos rápidos.
– Bufidos.
– Gruñidos.
– Cuerpo arqueado.
Beneficios que trae acariciar a un gato
Disminuye un 35% los riesgos de ataque de corazón.
Mejora la comunicación y la confianza entre el animal y el dueño.
Disminuye la ansiedad.
Ayuda a la concentración.
Y vos ¿Cómo acaricias a tu gato?
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